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Roma

MEMORIA- MAQUETA HOMBRE Y CIUDAD



SÍNTESIS 8

 CULTURA URBANA
CAPITULO 1
-Ciudad y cultura urbana
La ciudad se ha convertido en el escenario principal de la vida humana en los últimos siglos, y al parecer su importancia seguirá creciendo cada vez más en las décadas por venir. Las calles, esquinas, casas, edificios, parques y plazas de las ciudades, son escenarios en los que transcurre la mayor parte de las vidas humanas, ya sea que se viva en una gran ciudad, en una mediana, o en un pequeño casco urbano.
La ciudad aparece cuando la especie humana se hace sedentaria y construye un espacio estable desde el cual organizar  su actividad. Las ciudades ejercen su influencia sobre provincias, regiones  y naciones, y se convierten en centros acumulativos y distributivos de todo tipo de bienes, y en recintos para la toma de decisiones que afectan a personas que viven dentro y fuera de sus linderos. También concentran, tarde o temprano,  los símbolos y los ritos de las distintas formas de poder. El gobernante y sus ejércitos, la riqueza y el saber, los templos, los dioses y sus sacerdotes, tendrán como escenario privilegiado la ciudad. Y ello explica, en buena medida,  el temor reverencial o el  odio concentrado, la dicha arrolladora o la repulsa incontenible, con que los seres humanos hemos pronunciado a lo largo de nuestra breve historia, palabras como Alejandría, Babilonia, Nínive, Jericó, Roma, Tenochtitlán, Berlín,  Moscú, Nueva York, Londres, Constantinopla, Washington, La Habana, Bogotá o Barranquilla.  De todo lo anterior se desprende la importancia de estudiar y comprender las ciudades, tema por lo demás apasionante y hermoso. Pero la ciudad se puede analizar de muy diversas maneras: en su dinámica económica, en sus aspectos demográficos, en la cantidad y calidad de sus servicios públicos, en su producción arquitectónica, etc.

CAPITULO 2

CULTURA URBANA, CULTURA CIUDADANA, Y CONVIVENCIA
Hemos dicho que la cultura urbana es el conjunto de valoraciones que median las relaciones de los ciudadanos entre sí, y de éstos con la ciudad.  Ahora bien, tales valoraciones podemos precisarlas y comprenderlas al analizar  los significados encarnados en cuatro elementos socioculturales que explican en buena medida las actitudes y comportamientos de las personas en la urbe. Esos elementos son:
-Símbolos:  ya mencionados parcialmente en el  capítulo anterior, son lugares,
construcciones, personajes, organizaciones, acontecimientos, u objetos, que tienen la capacidad de reflejar y atraer uno o más sentimientos colectivos por la importancia que han tenido en la historia y la vida del barrio, la zona, la ciudad, la región, o el país. Ejemplo:  la Virgen de Guadalupe para los mexicanos.
-Códigos:  ademanes, gestos, expresiones, o elementos gráficos, que tienen una carga de significados particulares para cada comunidad, y que cumplen la función de hacer más ágil y fluida la comunicación cotidiana. Ejemplo: sopas que vamos a girar, expresión entre raperos de barrios marginales de Bogotá.
-Imaginarios: representaciones subjetivas, ideas,  o elementos referenciales sobre algo que ocurrió, está ocurriendo o creemos que va a ocurrir, fuertemente ligadas a nostalgias, percepciones, anhelos o  frustaciones. Ejemplo: la evocación nostálgica de una laguna desaparecida, la percepción valorativa de la violencia nacional, o el deseo de lograr un cambio en las relaciones comunitarias.
-Ritos:  procedimientos y formalidades asumidas para enfrentar dilemas de las relaciones soociales entre iguales, entre diferentes, o con el entorno, que denotan posturas definidas frente al poder, las jerarquías, los pares, o los bienes colectivos. Ejemplo: los procedimientos para resolver los conflictos de tierras en barrios de invasión o urbanizaciones piratas, o los procedimientos y posturas que una persona adopta frente a otro que tiene poder económico o político.

CAPITULO 3

-Participación
De manera general, asumimos la participación como la interacción entre grupos o personas en procesos de construcción de bienes colectivos. De manera más restringida, la entendemos como interacción de la ciudadanía con el Estado en los procesos de definición y aplicación de políticas públicas. Esa interacción apunta  a revelar necesidades y preferencias de la gente y a obtener una atención más adecuada y oportuna a sus demandas, promoviendo modificaciones en la calidad y la distribución de los bienes y servicios públicos. En este sentido, la participación podría ser vista como cambio de actitud de los ciudadanos -pero en nuestro caso también como un cambio de actitud del Estado-, para asumirse como actores responsables de bienes públicos y de las actividades que se desarrollan para su cualificación y adecuada distribución. Igualmente podríamos decir que la participación se presenta cuando alguien con intereses distintos a los estatales plantea proposiciones diferentes o no pensadas por el Estado, ya sea en procesos de planeación y gestión o en acciones y procesos de protección de derechos y bienes colectivos.

-Gestión social
Lo que convierte a una forma de agrupación humana en actor social es el hecho de incidir en la construcción, consolidación, distribución y calidad de los bienes públicos materiales e inmateriales anteriormente mencionados. Por tanto, son actores sociales el Estado, las organizaciones civiles y, al menos en teoría, los partidos políticos. El tipo de acciones que el Estado y la sociedad civil desarrollan sobre esos bienes, es lo que determina las formas de organización de la vida colectiva.

CAPITULO 4
-El mediador que necesita la sociedad
Debe ser una persona que conoce el enfoque conceptual y la técnica de la mediación, capaz de facilitar la comunicación entre las partes en conflicto e inducirlas a producir soluciones benéficas  y posibles para ambas, equitativas, y razonables. Es una persona neutral e imparcial, pero que hace propuestas o sugerencias, en procura de la equidad, la bondad, la razón, y la posibilidad del cumplimiento de lo acordado. De un mediador se espera que posea cualidades personales como ética, facilidad de comunicación, y credibilidad; que esté capacitado para manejar etapas en el proceso de mediación, y que tenga habilidades como escuchar, crear armonía, evaluar intereses, manejar la ira, reenfocar problemas, o romper estancamientos que se producen en el diálogo entre las partes.
-Valores del mediador
Los valores sirven para lo que sirven las brújulas: para tomar decisiones cuando uno se mueve de un sitio a otro, con intención de llegar a una parte determinada. Sirven, pues, para determinar el destino y la ruta. Los valores que enunciaremos a continuación no solo los de bebe tratar de construir el mediador para sí mismo, sino que debe procurar estimularlos   también entre las partes.

CAPITULO 5
LA GESTIÓN SOCIOCULTURAL DEL CONFLICTO
El conflicto se ha visto tradicionalmente como un problema. Pero el conflicto puede ser visto también como una oportunidad que se nos presenta para hablar, aprender, y crecer. También puede ser visto  como rasgo natural y propio de la condición humana.  No existen relaciones sociales sin conflicto.  Cambiar la actitud de personas hacia el conflicto de tal manera que lo vean como una oportunidad para vivir mejor, es un aporte radicalmente positivo a la cultura.Tomando como punto de partida el modelo propuesto para el manejo del conflicto por John Paul Lederach ,  se sugieren a continuación algunas fases para llevara cabo la mediación comunitaria.

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